sábado, 7 de marzo de 2009

PALABRAS PARA LA REFLEXIÓN...(2)

Jacinto Caneck
Continuación...
Sin duda el mexicano aún tiene que aprender mucho sobre su historia para poder distinguir entre lo que es "ilusorio" de lo que fue un "hecho en si"... La Independencia de México, con sus sombreros, tequilas y marias, es sin duda esa "gran farsa" que está por conmemorarse en el 2010... ¿Qué le depara al mexicano sino grandes males que lo hunden dia con dia por no "quere" salir de la ignorancia y la costumbre?... La cultura del "individualismo" -o el egoismo- es inmanente en nuestro país como sintoma propio de su tiempo, el desarrollo ultimo del actual sistema predominante que ha agotado sus recursos en el avance tecnológico y que lo ha conducido a la decandencia generado por el ideal de la competencia y la acomulación de las ganancias... El mexicano es ente fantasmagórico nacido entre la "modernidad" y el "medievalismo", porque no ha querido comprender su verdadera "identidad" que el tiempo sigue dividiendo en "castas" (indigenas, mestizos, criollos)... La posesión de la producción de vanguardia -celulares, computadoras, etc.- y los "fetiches" que manan de la fe y el ideal -la virgen de guadalupe, los santos, Jesús, etc.-, son el lado absurdo y perverso que hacen del mexicano esa imagen "ilusoria" que, ante los hechos históricos generales, son una "farsa"...
Canek y otros tantos sucesos semjantes, a lo largo de la historia, son parte de esa "identidad" que no se ha querido "re-conocer" como hechos que han dejado una valiosa ensañanza para el futuro: la última gran lucha del hombre para la transformación del mundo, es la del hombre que lucha con todos... una lucha colectiva que aniquila las diviciones sociales por una causa en común. Ahora dejo a ustedes reflexionen sobre algunos "aforismos" que el escritor Ermilo Abreau dejo como dichos de Canek:
"Canek dijo:
-Ya se cumplen la sprofecías de Nabuc Pech. No se contentarán los blancos con lo suyo ni con lo que ganarón con la guerra; con maña querrán también la miseria de nuestra comida y la miseria de nuestra casa. Levantarán odio contra nosotros y nos obligarán a refugiarnos en los montes y en los lugares apartados. Y así iremos como las hormigas detrás de las alimañas y comeremos cosas malas: raíces, grajos, cuervos, ratas y langostas del campo.
-Los blancos no saben de la tierra, ni del mar, ni del viento. ¿Qué saben si noviembre es bueno para quebrar los maizales? ¿Qué saben si los peces ovan en octubre? ¿Qué saben si en febrero hay que librar a los hijos de los vientos malos? Ellos gozan, sin embargo, de todo lo que vive en la tierra, en el mar y en el viento.
-Los blancos hicieron que estas tierras fueran extranjeras para el indio; hicieron que el indio comprara con su sangre el aire que respira.
-Al indio le basta un cuartillo de maíz; al blanco no le alcanza un almud. El indio come y bendice su tranquilidad. El blanco ignora que una jícara no lleva más agua que el agua que señala sus bordes. Lo demás se derrama y desperdicia.
-El blanco parece que marcha; el indio parece que sueña. El blanco husmea; el indio suspira. El blanco avanza; el indio se aleja.
-Nosotros alimentamos las semillas; ellos alimentan las hojas. Bajo nuestras plantas caminan las aguas secretas y olorosas. sobre ellos agitan sus alas las aves carniceras.
-Los blancos son rojos. Son rojos como la mancha del oriente que los trajo; como el fuego que brota de sus manos; como el oro que se enciende en sus barbas. Los blancos son rojos.
-Los indios viven al lado de la tierra. Duermen en paz sobre su lecho. Los blancos la olvidan. Pasan sobre ella aplastando sus gracias. De ella sólo toman sus frutos.
-Hay hombres de espíritu levantado, impaciente. Para éstos una mañana es ya el principio de una tarde. Hay hombres de espíritu lento, dormido. Para éstos una tarde es apenas la continuidad de una mañana. Hay hombres de espíritu recio para quienes todas las horas están llenas del día. Para éstos se hizo el descanso de la noche.
-Para el espíritu vale más un vico limpio que una virtud sucia. Un vicio limpio puede guardar un deseo puro. Una virtud sucia supone una conciencia débil; con seguridad un acto de cobardia.
-La palabra nació por sí misma dentro de lo oscuro. La palabra no es la voz que se dice ni el signo que se escribe. La palabra viene de la conciencia. Por eseo debe ser sentida dentro para que sea espejo de sí misma.
-Las cosas no vienen ni van. Somos nostros los que vamos a ellas. Sólo el espíritu camina. La memoria no es ojo que se vuelve al pasado, sino espejo que no deja ver lo que está en su esencia, fuera del tiempo.
-No te enorgullezcas del fruto de tu inteligencia. Recuerda que sólo eres dueño del ánimo que pusiste en ella. La inteligencia es como la flecha: una vez que se aleja del arco ya no la gobierna nadie. Su vuelo depende de tu fuerza, pero también del viento y, ¿por qué no decirlo?, del destino que la sigue.
-Nunca tengas miedo de tus lágrimas. Sólo los hombres llorán. Las lágrimas, hijo, siempre caen de rodillas.
-¿Y para qué quieren ser libres si no saben ser libres? La libertad no es gracia que se recibe ni derecho que se conquista. Se es libre aunque se carezca de libertad. Los hierros y las cárceles no impiden que un un hombre sea libre. La libertad del hombre no es como la libertad de los pájaros que se satisface en el vaivén de una rama. La libertad del hombre está en su conciencia."(*)


(*) Sacado del libro "Canek" de Ermilo Abreau Gómez. Edt. Collección Caballito de Mar, San Salvador, El Salvador, 1960, pp. 18-22.

No hay comentarios:

Publicar un comentario