domingo, 22 de febrero de 2009

"EL DICCIONARIO DEL DIABLO"...


¿Qué es el Diccionario del Diablo? Muchos -cristianos- pensarán que se trata de un libro que intenta desprestigiar su vida cómoda -si se es rico- o la moral y buenos principios -si se es ignorante y pobre-... El Diccionario del Diablo es un libro escrito por Ambrose Bierce nacido en Ohaio, EUA, en 1842 y muerto en México, junto a las tropas de Pancho Villa, en 1913... Sin duda un libro clásico de irreverencia: brillante, sistemático y desconcertante donde flagela con la dignidad de los perdedores todos y cada uno de los pilares de nuestra sociedad. Iniciado en un semanario en 1881y fue continuado de modo intemitente y a largos intervalos hasta 1906. Fue publicado por primera vez en 1911... Y como su nombre lo indica es un "peculiar" diccionario donde define algunas palabras de uso "común" en la política, educación, religión, etc., y que de manera ingeniosa y satírica pone de relieve el lado grotesco del concepto y la definición en el habla común de las personas...

Libro indispensable y recomendable que permite ver el lado irrelevante de la política, de la sociedad, de la religión, etc., con la que cotidianamente uno se enfrenta... Para que se den un "ojo" de lo que digo, va algunos ejemplo en contraste en la actual cituación mexicana:


Congreso, s. Grupo de hombres que se reúnen para abrogar las leyes.

Conservador, adj. Dícese del estadista enamorado de los males existentes, por oposición al liberal, que desea remplazarlos por otros.

Comercio, s. Especie de transacción en que A roba a B los bienes de C, y en compensación B sustrae del bolsillo de D dinero perteneciente a E.

Derecho, s. Autoridad legítima para ser, hacer o tener; verbigracia, el derecho a ser rey [o gobernante], hacer trampas al prójimo, o tener el sarampión.

Dinero, s. Bien que no nos sirve de nada hasta que nos separamos de él. Indicio de cultura y pasaporte para una sociedad elegante. Posesión soportable.

Diplomacia, s. Arte de mentir en nombre del país.

Economía, s. Compra del barril de whisky que no se necesita por el precio de la vaca que no se tiene.

Ejecutivo, s. Rama del gobierno que hace cumplir los deseos del legislativo hasta que el poder judicial los declara nulos y sin efecto.

Elector, s. El que goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros.

Fe, s. Creencia sin pruebas en lo que alguien nos dice sin fundamento sobre cosas sin paralelo.

Fronteras, s. En geografía política, línea imaginaria entre dos naciones que separa los derechos imaginarios de una, de los derechos imaginarios de la otra.

Impunidad, s. Riqueza.

Indultar, v. t. Remitir una pena y devolver al acusado a una vida criminal. Agregar a la facinación del crimen la tentación de la ingratitud.

Injusticia, s. De todas las cargas que soportamos o imponemos a los demás, la injusticia es la que pesa menos en las manos y más en la espalda.

Inmigrante, s. Persona inculta que piensa que un país es mejor que otro.

Justicia, s. Artículo más o menos adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus impuestos y sus servicios pesonales.

Legal, adj. Compatible con la voluntad del juez competente.

Oposición, s. En política, el partido que impide que el gobierno se desenfrene, desjarretándolo.

Plebiscito, s. Votación popular para establecer la voluntad del amo.

Policía, s. Fuerza armada destinada a asegurar la protección al expolio.

Política, s. Conflicto de intereses disfrazados de lucha de principios. Manejo de los intereses públicos en provecho privado.

Político, s. Anguila en el fango primigenio sobre el que se erige la superestructura de la sociedad organizada. Cuando agita la cola, suele confundirse y creer que tiembla el edificio. Comparado con el estadista, padece la desventaja de estar vivo.

Prerrogativa, s. Derecho de un soberano a obrar mal.

Presidencia, s. Cerdo engrasado en los juegos al aire libre de la política ...

Presidente, s. Figura dominante en un grupito de hombres que son los únicos de los que se sabe con certeza que la inmensa mayoría de sus compatriotas no deseaban que llegaran a la presidencia.

Reportero, s. Periodista que a fuerza de suposiciones se abre un camino hasta la verdad, y la dispersa en una tempestad de palabras.

República (1), s. Nación en que, siendo la cosa que gobierna y la cosa gobernada, una misma, sólo hay autoridad consentida para imponer una obediencia optativa. En una república, el orden se funda en la costumbre, cada vez más débil, de obedecer, heredada de nuestros antepasados que cuando eran realmente gobernados se sometían porque no tenían otro remedio. Hay tantas clases de república como grados entre despotismo de donde provienen y la anarquía a donde conducen.

República (2), s. Entidad administrativa manejada por una incalculable multitud de parásitos políticos, lógicamente activos pero fortuitamente eficaces.

Senado, s. Cuerpo de ancianos que cumple altas funciones y fechorías.


Ricardo.

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